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Situación hidrometeorológica en Chile: Especialistas proyectan más lluvias para el invierno

A pesar de que en la mayor parte del país existe un déficit de precipitaciones con respecto a un año normal, lo que se mantendría durante los próximos meses, según datos entregados por la Dirección Meteorológica de Chile (DMC) y publicados el pasado lunes en la Revista del Campo del Diario El Mercurio, para este año se proyecta que las lluvias aumenten durante julio y agosto anticipando un periodo positivo para la próxima temporada de riego.

Hasta hace una semana atrás todas las regiones del país exceptuando Arica, Parinacota y Tarapacá, presentaban un menor nivel de precipitaciones respecto de lo normal para la fecha, usando como referencia las lluvias caídas en el periodo de 1981 a 2010. Asimismo, el déficit en la región de Coquimbo llega al 62%, mientras que en la zona central se encuentra entre 40% a 70% según los datos arrojados por la (DMC).



Analizando este escenario los especialistas coinciden en que el año ya cerrará con un déficit de lluvias en varias zonas del territorio nacional, y prevén que se mantenga así durante el invierno, pero con un aumento con relación a meses anteriores, lo cual ayudaría a mejorar las perspectivas para la temporada de riego.


En la noticia publicada en la Revista del Campo, Diego Campos meteorólogo de la Oficina de Servicios Climáticos de la DMC, explica: “La condición inicial de déficit de precipitaciones que se ha acrecentado durante el otoño exige más al invierno, porque para reducirlos sería necesario que aporte más lluvias de lo normal. Sin embargo, el pronóstico del invierno muestra una mayor probabilidad de una condición de lluvias bajo lo normal en buena parte de la zona centro-sur de Chile”, aseguró el meteorólogo.


A su vez comentó que, de cumplirse este pronóstico, se mantendría o incluso incrementaría la condición de déficit, principalmente entre las regiones de Valparaíso y Los Ríos.


Para entender cuáles son las causas de esta situación climática, el especialista señaló, “Son básicamente las mismas que explican la sequía de los últimos años, como la presencia de una mancha cálida en el Océano Pacífico, al sureste de Australia; el escaso transporte de humedad desde zonas tropicales hacia la zona central de Chile y el paso de sistemas de bajas presiones muy al sur”.


Pese a esto, el llamado fenómeno de La Niña - que ha estado asociado a temperaturas más frías en el Océano Pacífico y a condiciones climáticas más secas- junto con el paso a una fase neutral podrían ayudar a la llegada de más lluvias hasta la zona central para julio y agosto, detalla la noticia.


Déficit de precipitaciones


Con el objetivo de analizar cómo vienen las lluvias para los meses de invierno, los especialistas tienden a dividir el escenario en la Región del Maule, tomando en cuenta que hacia el sur no se espera un déficit severo que pueda afectar en forma relevante a la temporada de riego 2021-2022 porque si se esperan lluvias para la zona.


Mientras que el panorama es más incierto desde esa región hacia el norte, ya que el déficit de precipitaciones se mantendría en los próximos meses, en niveles menores a los actuales. Así lo detalla, el reporte agro-climático de la DMC para los meses de junio, julio y agosto, donde detalla que entre las regiones de Valparaíso y Biobío se esperan lluvias bajo lo normal -aún cuando en Valparaíso podrían acercarse a niveles normales- mientras que para La Araucanía se anuncia un panorama complejo.


“La región continuaría con el déficit acumulado de precipitaciones. Esto podría afectar tanto en los cultivos actualmente en crecimiento como a las reservas de agua que abastecerán los cultivos durante primavera y verano”, detalla el informe de la DMC enunciado en la nota.


Por otro lado, los especialistas esperan que el bloqueo anticiclónico de los frentes se debilite en los próximos meses, lo que favorecería su avance hacia el norte. Sin embargo, este no es el único factor que determina la llegada de las lluvias, ya que también es relevante la trayectoria que sigan estos frentes.


Fernando Santibáñez, agroclimatólogo y director de Agrimed fue consultado en la noticia y comentó, “Si la Oscilación Antártica nos favorece y los frentes avanzan en forma perpendicular a la zona central, tendríamos buenas lluvias a partir de julio los que normalmente también dejan una carga de nieve más grande en la cordillera…Dado el cuadro que hay hasta ahora, estoy optimista en que los frentes se van a acercar a la zona central y deberíamos tener lluvias durante julio, agosto y septiembre”.


Pese a que tengamos más precipitaciones en los próximos meses estas no serán suficientes para que se normalicen las condiciones hídricas ya que no se esperan grandes lluvias.


“Este es un año donde tenemos alguna esperanza de terminar no tan deficitarios, idealmente no más de 30% pero es otro año de déficit que se agrega este periodo tan largo de sequía” explicó el experto.


Además, agregó que en este sentido los agricultores deben planificarse con austeridad para la nueva temporada de riego, ya que es probable que la recarga de nieve en la cordillera no sea suficiente.


“En el caso de los cultivos anuales, la recomendación es sembrar lo más temprano posible y cosechar lo más temprano que puedan, para evitar exponerse a la sequía del verano, mientras que en los frutales es importante la contención del crecimiento y evitar los enmalezamientos”. Sugirió en la nota, Fernando Santibáñez


Respecto a las temperaturas y los eventuales riesgos de heladas para la primavera, confirmó que es un año con temperaturas mínimas sobre lo normal, lo que traerá días más templados y un régimen benigno de heladas en general.


“Sin embargo, eso no quita que pueda haber heladas polares, porque en este momento hay una condición fría en la Antártica que es la materia prima para generar esas heladas, por lo que no se puede bajar la guardia”. Explicó que estas heladas suelen ser muy tardías, y ocurren en septiembre e incluso durante octubre.


Finalmente, los expertos afirman que no sólo el volumen de agua caída es importante pensando en el riego, sino que también en qué día cae la lluvia y la nieve, algo que el año pasado fue clave para tener una buena temporada.


Con una mirada a largo plazo, considerando que el déficit más relevante ha sido el que se ha acumulado a través de los años y que se percibe a través de la disminución de los glaciares y la depleción de los acuíferos, una buena noticia es que el ciclo seco se estaría terminando, y luego de unos 5 a 10 años más, comenzaríamos un nuevo clico con más lluvias proyectan los especialistas.

Fuente: Noticia publicada en El Mercurio.com/Campo



Mientras no cambien en mayor medida las condiciones climáticas, ¿Qué manejo agrícola recomendarías para mantener los cultivos hasta su cosecha?, ¿Cómo las has implementado?


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